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LA VOZ DE ALCAINE

DESPEDIDA A MOSEN AVELINO... por Manuel Val

DESPEDIDA A MOSEN AVELINO... por Manuel Val

Despedida a Avelino Belenguer, el párroco/amigo de Alcaine


Se va Mosén Avelino Belenguer. Se marcha Avelino. Se va el párroco de Alcaine. Se marcha un amigo. Avelino entró al seminario con 18 años, edad avanzada con respecto a lo que era habitual. Se considera natural de Libros (Teruel), aunque tuvo que ir a nacer a la capital turolense. Estudió EGB y BUP en el instituto “Virgen de la Huerta” de Ademuz (Valencia), pasando a cursar COU en el instituto “Ibáñez Martín” de Teruel, donde fue orientado hacia Magisterio. Sin embargo, decidió ingresar en el Seminario de Teruel con sede de estudios en Zaragoza, en el CRETA (Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón). Tras seis años de estudio de Teología, uno de ellos complementado con experiencia pastoral en Montañana, fue ordenado, primero, diácono en Teruel (16-3-85) y, después, sacerdote (Cante de Misa) en Libros (26-10-85) por el obispo Antonio Algora.
Desde principios de 1986 ha ejercido su función sacerdotal, con el intervalo de un año de servicio militar en Zaragoza, en San Agustín, Olba, Fuendelcepo, Estación de Rubielos de Mora, Pina de Montalgrau, Villanueva de Viver (estos dos últimos de Segorbe-Castellón), Torrijas, Arcos de Salinas, Albentosa, Rubielos de Mora, Nogueruelas, Fuentes de Rubielos, Gea de Albarracín, Royuela, Moscardón, Muniesa, Blesa, Cortes de Aragón y, por supuesto, Alcaine.
Él mismo se considera un sacerdote del Concilio Vaticano II, es decir, “alegre, abierto, atento a las necesidades personales, servicial, bien relacionado con el obispo, optimista y amante de la liturgia”, añadiendo que le gusta más “la gente sencilla, humana, normal, sin altanería, de pueblo, campechana, amable” y teniendo “trato con todos sin distinción de creencias”. Sus principales tareas durante estos años en Alcaine y pueblos cercanos han sido su presencia personal, el trato amistoso, las celebraciones litúrgicas sacramentales, romerías a la Virgen del Olivar y de la Aliaga, peregrinaciones de convivencia y cultura (Santiago de Compostela, Lourdes, Montserrat, Barcelona y Fátima), además de preocupación por el templo físico (restauración del retablo).
A su llegada a Alcaine quedó impactado por “el paisaje pintoresco con montañas, rocas, huerta y agua y por el atractivo de la iglesia, muy distinta a todas” y, sobre todo, por “las personas excepcionales, acogedoras, sinceras, caritativas, generosas, de corazón abierto, muy de su pueblo y de sus tradiciones y de su templo”. Como anécdota de sentido profundo dice que le gusta “el momento humano de conversación después de la misa”, habiéndole producido estos ocho años tal huella que si el obispo le dejase elegir su destino, sería “Alcaine”.
Como es lógico por la sintonía y buenas relaciones con los alcaineses, la despedida reúne toques de tristeza, nostalgia y cierto dolor. “Me cuesta irme porque son gentes a las que quiero, son mi familia y me he sentido a gusto”, expresa Avelino, que añade: “Por otro lado, tengo que ver la parte dulce de empezar otro proyecto con ilusión y esperanza”.
ALCAINE SIENTE LA MARCHA DE MOSEN AVELINO Y LE DESEA LO MEJOR EN MONREAL DEL CAMPO, VILLAFRANCA DEL CAMPO, BLANCAS Y BUEÑA.

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Texto y fotos: MANUEL VAL LERÍN          VER MÁS FOTOS

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