Alcaine un ejemplo de convivencia, compromiso y comunidad municipal
Alcaine solidario y siempre dispuesto a la colaboración... aún más, en tiempos de crisis
Desde siempre el compromiso de los habitantes de Alcaine con su pueblo ha sido una constante, una divisa, un hecho diferencial que ha sido reconocido por todos. La implicación de los vecinos con Alcaine viene de lejos, habiendo existido siempre un espíritu comprometido en aras del bien del pueblo, entendiéndolo como un bien comunitario, pero también propio, que es necesario preservar.
La escasa entidad poblacional desde hace medio siglo (actualmente sólo hay 69 habitantes censados) y por tanto los exiguos recursos económicos municipales que se reciben originan que se carezca de personal municipal contratado para realizar cualquier tarea de mantenimiento y servicios. Pero esto no es óbice para que se hayan acometido a través de los años algunas actuaciones -algunas de verdadera importancia- gracias a la colaboración vecinal. Así, ya en 1976 los habitantes de Alcaine colaboraron trabajando gratuitamente, a petición municipal, en la restauración de la plaza y el trinquete anexo. Y en 1992 se acometió una obra de envergadura: la pavimentación de toda la pista de Los Royales que permitía en mejores condiciones el acceso en coche a la huerta y al río. Fue un esfuerzo ímprobo realizado, durante 22 jornadas (en 3 grupos de 10 personas que se turnaban), mayoritariamente por los jubilados y otros vecinos que no dudaron ni un instante en colaborar para realizar esa mejora que el pueblo necesitaba (los que vivían fuera del pueblo trabajaban cuando acudían los fines de semana). El Ayuntamiento sufragó los gastos de material y de forma voluntaria cada vecino colaboró en lo que buenamente pudo o sabía realizar (masar el cemento, quitar las piedras, llevar los carretillos, etc.).
No ha sido únicamente en grandes obras donde ha quedado patente el ánimo colaborador del vecindario sino también en pequeñas pero no menos importantes tareas (a veces realizadas incluso de manera individual) que son buena muestra del amor por su pueblo: limpieza de vertedero, acondicionamiento de acequias de la huerta, limpieza del manantial Las Fuentes, limpieza de hierbas en la Cuesta de San Ramón o en el parque infantil de El Prau, interior de la iglesia, construcción caseta TV o transporte de material TDT a la misma... y un sin fin de actuaciones más.
Y nos queda una por reseñar... quizá a alguien pueda parecerle insignificante pero es muy importante por su implicación y constancia: la limpieza de las calles del pueblo. Limpieza realizada por las mujeres (también algún hombre, todo hay que decirlo) que cada mañana escoban y limpian no sólo su puerta o trozo de fachada sino en muchos casos un buen tramo de calle o plaza hasta donde hay otra casa abierta y que logran así mantener un pueblo limpio que siempre sorprende al visitante.
Este espíritu de colaboración quizá pueda estar más arraigado en la gente mayor, que está más tiempo en el pueblo, pero sin duda la respuesta de los jóvenes que acuden de vacaciones sería igual si fuera necesario (de hecho, una Comisión de Fiestas convocó una jornada de limpieza para recoger la basura abandonada por los visitantes en el contorno del pantano). Es posible que en estos tiempos de crisis, de recortes que padecemos sea necesario de nuevo dar un paso al frente para realizar alguna labor en beneficio de nuestro querido Alcaine. Como siempre no dudamos de la respuesta si fuera necesario. Sirvan estas líneas como agradecimiento y reconocimiento a todas esas personas que en alguna ocasión han trabajado, han realizado alguna tarea de forma voluntaria y gratuita por Alcaine y que, en resumidas cuentas, ha ido en beneficio de todos.
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