La alcainesa Asociación de Mujeres LA SOLANA organizó un recorrido Alcaine-Obón por el sendero GR-262
Una comida con 28 comensales en el Albergue de Obón puso punto final a la excursión, pero 6 retornaron a Alcaine río abajo
Puntuales a la cita, a un nutrido grupo de alcaineses/as de todas las edades no les importó el madrugón, y acudieron a la hora prevista (7:30 de la mañana) al Mirador de San Ramón para iniciar el recorrido Alcaine-Obón por el sendero GR-262 que está perfectamente señalizado. Con ilusión, camaradería y muy buen ambiente comenzó la travesía aprovechando el frescor de la mañana. Hay que señalar que ese recorrido discurre por un soberbio paraje natural que conjuga continuos desniveles, angostos barrancos, senderos abiertos en las rocas, pasarela colgada para salvar un pozo de agua, impresionantes vistas del cañón fluvial del Martín con la variada fauna de ribera y rupícola que acoge, destacando sobre todo la presencia del buitre leonado y las cabras montesas que avistamos en diversos tramos del recorrido.
Es uno de los tramos más espectaculares de ese GR-262 que atraviesa el Parque Cultural del Río Martín y según el criterio MIDE se emplean unas 3 horas sin paradas, con un desnivel de +/- 405 mtrs. y una distancia de 8 Km, teniendo un nivel 2 de severidad del medio, dificultad y esfuerzo necesario. El recorrido parte del Mirador de San Ramón (en Alcaine), cogiendo el desvío de la Cañada Marco, pasando por el Barranco Gabache, las pinturas rupestres de La Coquinera, el Bco. Regallo, el Mirador de Obón y el desvío al Albergue de La Marisica (Obón).
Al llegar al Albergue y tras un refrigerio y baño en la piscina llegó el momento de la comida que habían preparado con un menú de carne y otro vegetariano (exquisitos los canelones de calabacín rellenos de setas shitake y la hamburguesa de lentejas. Felicidades a la cocinera). Si a ello sumamos, el vasito de gazpacho, la ensalada, el cuscús de verduras, las patatas asadas, el pollo, el embutido y carne a la brasa, los cafés y postres variados... es lógico que los 28 comensales quedáramos gratamente satisfechos con los platos elaborados.
El descenso por el río de regreso a Alcaine ya fue más lento y tuvo más dificultad (sólo lo realizaron 6 personas) al verse obligados a abrir sendas para superar varios pozos profundos de agua y tener que caminar a veces tramos por enmedio del río. Es de agradecer que al llegar a Alcaine la vecina Rosa Gascón nos ofreció una refrescante limonada casera que nos supo a gloria después del penoso trayecto por libre. La recomendación es clara: tanto para ir como para regresar utilizar siempre el sendero GR-262 señalizado.
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