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LA VOZ DE ALCAINE

FELIGRESES DE ALCAINE ORGANIZAN UNA CENA-HOMENAJE A MOSÉN AVELINO EN SU DESPEDIDA

FELIGRESES DE ALCAINE ORGANIZAN UNA CENA-HOMENAJE A MOSÉN AVELINO EN SU DESPEDIDA

Con una cena-homenaje a mosén Avelino Belenguer, Alcaine se despide de su párroco

 

El día 26 tuvo lugar a las 21 horas en el salón de actos del albergue Las Fuentes una cena-homenaje a Mosén Avelino Belenguer en la que participaron cincuenta personas. El acto fue una sorpresa para don Avelino que pronto abandonará,  entre otras, la parroquia de Alcaine, donde llegó en 2009 y donde ha sido muy bien considerado, aparte de su función sacerdotal y parroquial, por su carácter abierto y campechano con todos (creyentes y no creyentes) y por sus dotes emprendedoras como animador cultural en viajes, excursiones, etc. En los postres de la cena Cipriano Gil le entregó en nombre de todos los asistentes un recuerdo-regalo de un tazón con el nombre de Alcaine y frutas de Aragón, además de un bono para un viaje y un escrito, que contenía la nominación de los participantes y la leyenda: PARA AVELINO. Por tu amistad, tu simpatía y tu buen hacer en la parroquia de Alcaine. 2009-2017. Avelino respondió con unas emotivas palabras de agradecimiento, recuerdo entrañable y presentación de disculpas por si en alguna ocasión hubiera ofendido a alguien. Recalcó que su intención es volver de visita a la vez que ofreció a los presentes su nueva residencia en Monreal del Campo. Recordó, como anécdota, las tres cosas importantes de un pueblo: el agua, las campanas y el cura que se fue. Y concluyó expresando que tiene la pena de no ver terminado el retablo, restaurado por Luis Navarro, con la respuesta colectiva de que lo verá. A continuación, se desató el fervor de los joteros con jotas de todo tipo, desde tradicionales aragonesas, propias del pueblo hasta alusivas con letras al homenajeado. Deleitaron con su voz y música Francisco Gil, Emilio Rodrigo, Julia Sanmartín (de Josa), Mari Carmen López, Gloria Gracia, Cipriano Gil, Jesús Burillo y hasta el propio Avelino con una rondadera. Tras varias jotas conocidas, cantadas por todos, terminó la cena con el Adiós con el corazón.

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TEXTO Y FOTOS: MANUEL VAL LERÍN           VER MÁS FOTOS

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