El periódico Heraldo de Aragón publica un reportaje de dos páginas sobre Alcaine
El título del reportaje ya lo dice todo: Alcaine, pequeña gran familia entre las montañas
Dentro de la serie "ARAGÓN PUEBLO A PUEBLO" que viene publicando el periódico Heraldo de Aragón, ha aparecido hoy -en su edición en papel- un magnífico reportaje a doble página sobre nuestra localidad turolense de Alcaine con un agradecido texto de Pablo Ferrer y varias fotografías tomadas por Laura Uranga que lo complementan a la perfección (en la web del Heraldo hay además una galería con más de 40 fotos y un video).
Es difícil resumir en apenas media docena de palabras algo de lo que representa Alcaine... pero lo han conseguido: PEQUEÑA GRAN FAMILIA ENTRE LAS MONTAÑAS. Y es que, realmente, ese es el gran valor de nuestro pueblo y sus gentes: la unión. Lo dice claro en el reportaje Cipriano Gil: "aquí estamos para ayudarnos todos". Palabras que emocionan y son, sin duda, la mejor filosofía de vida... la que todo el mundo desearía abrazar pero que requiere del esfuerzo de la empatía, de la prolongación del yo en el otro, de la generosidad... y sí, por qué no decirlo... del amor al prójimo. Y la cercanía, la afabilidad, la buena vecindad es algo que capta de inmediato el visitante que acude al pueblo (da lo mismo que sea turista, vendedor, repartidor, participante en la carrera de montaña) y que queda maravillado no sólo por el singular paisaje de Alcaine, por su patrimonio natural y cultural sino por esa calidad humana que tanto nos enorgullece.
El reportaje del Heraldo de Aragón dibuja sucintamente pero con claros trazos la crónica del último medio siglo de vida del pueblo: el declive por la construcción del pantano, el cierre de las minas, el éxodo rural, el cierre de la escuela, el colapso en los años 70 de algunas casas abandonadas, pero también el espíritu luchador, el enamoramiento de Alcaine que ha hecho arreglarlas o rehacerlas para acudir aunque solo sea en puentes, Fiestas o vacaciones y el emprendimiento de algunas familias que se embarcaron en abrir el albergue, el bar-restaurante, que inauguraron un par de casas rurales. Y como no podía ser menos también hace justicia al recordar las numerosas obras de mejora que han hecho los respectivos alcaldes para mejorar las condiciones de vida. Trabajo hecho y trabajo a realizar, para seguir dando vida a un pueblo que se niega a morir.
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