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LA VOZ DE ALCAINE

Oficios en Alcaine (1)... Arnales, apicultura tradicional

Oficios en Alcaine (1)...  Arnales, apicultura tradicional

Los arnales de Alcaine, unas construcciones singulares de Teruel

Desde tiempo inmemorial la miel que elaboran las abejas (Apis Melifica) ha sido recolectada por el ser humano. En algunos  abrigos del Martín permanecen enjambres salvajes ancestrales que se han ido reproduciendo desde época remota (como han demostrado las pruebas genéticas realizadas por una Universidad). Desde siempre en Alcaine se ha recolectado la miel como alimento. La abundancia de romero y tomillo la han hecho siempre excepcional. Al principio de los enjambres instalados en oquedades rocosas, orificios y troncos huecos, después en vasos de madera o corcho, cajas para las colmenas y finalmente se utilizaban unas construcciones especiales de planta rectangular de piedra y yeso (los arnales, palabra de origen celta, o colmenares) que aumentaban las posibilidades de producción limitada que aportaban las cajas individuales diseminadas por las montañas (y que también se aprovechaban para obtener los enjambres para trasladarlos a los arnales de obra).  Se trataba de una construcción de piedra (asemejada a los corrales, cercada -para evitar el ataque de  animales, como los tejones- y con techo de tejas) cuya pared estaba compartimentada con numerosas celdas individuales en filas para el asentamiento de los correspondientes enjambres. En el exterior de la construcción sólo unos pequeños orificios posibilitaban la entrada de las abejas impidiendo el acceso a otro tipo de animales. 

A través de la puerta el apicultor accedía a la cámara donde una por una, iba abriendo las tapas de cada celda para la extracción. Los panales se transportaban a casa y allí sobre un caldero de cobre o un barreño de barro cubierto con una criba o cedazo muy tupido se prensaba, cayendo la miel y quedando la cera.  Separada la cera, y lavada con agua caliente, para que quedara limpia y sin miel, era vendida a los numerosos tratantes que se acercaban a nuestra localidad. De ese proceso de lavado se obtenía el aguamiel que se utilizaba para hacer tortas y dulces caseros como el mostillo. La miel se destinaba al consumo propio, a la venta o al trueque por otros alimentos. En el recuerdo de los ancianos queda la existencia por todo el término de Alcaine de arnales de este tipo: El del tio Juan "Motolo" en El Saltillo, el de los "Lorente" en Val del Agua, el del tio "Ciriaco" en los cabezos de La Dehesa, en La Tomariz el del tio "Panpan" (considerada como la miel que más correa tenía), el de los "Metas" en el barranco de los Forcallos, el del tio "Jerónimo" en El Hocino, el del barranco del Curto propiedad del tio "Ronco", el de la Balseta  y  el de La Sardera del tio "Pío" entre otros. La mayoría de ellos han desaparecido hoy en dia, siendo uno de los que se mantiene en buen estado el que era propiedad del tio "Albañil"  y el tio "Motas" en la montaña de Benicozar y que ha sido fotografiado por Cipriano Gil para este artículo. Es de suma importancia la permanencia de alguna de estas edificaciones rurales singulares que son un patrimonio importante que da fe de una forma de vida y de una actividad humana que es preciso preservar.

            Vista general del arnal                     Vista del interior                    

 

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