Mosén Gil, el cura del pueblo de Alcaine
50 Aniversario de su ordenación sacerdotal
Gil Plou Plou nació en el turolense pueblo de Plou el 1 de septiembre de 1933 fruto del matrimonio entre Mariano y Juana, siendo el tercero de sus cuatro hijos (Pascual -misionero en Zimbabwe-, Víctor, Gil y Miguel). Cursó sus estudios en los seminarios de Alcorisa, Zaragoza y Teruel, ordenándose sacerdote el 22 de junio de 1958. Su primer destino fue nuestro pueblo hasta 1969, atendiendo también la parroquia de Josa y posteriormente la de Obón. Durantes estos años, en Alcaine también ejerció dos años como maestro (uno en la escuela de niños y otro en la de niñas). Recuerdan profesor y alumnos con agrado y nostalgia esos años en los que ochenta niños y niñas acudían a clase en nuestro municipio.
En 1969 lo destinan a Cortes de Aragón, ocupándose también de las parroquias de Hoz de La Vieja y Maicas. En 1995 se traslada a Oliete atendiendo las parroquias de Alcaine y Josa. En la actualidad, aunque reside en el vecino Oliete, es párroco de Alcaine, plaza que ganó por oposición. Comenta que Alcaine es tan bonito y le gustó tanto que por eso ha vuelto.
Con motivo del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal varios pueblos en los que ejerció sus ministerio están preparando actos de merecido homenaje a mosén Gil. Alcaine, desde hace unos meses, también le prepara uno para expresarle el cariño y agradecimiento por su labor.
Algo a destacar de mosén Gil es su plena integración con los habitantes de Alcaine, que le ha llevado a participar como uno más en las celebraciones y actividades organizadas con motivo de las festividades o actos locales. Recordamos su buen humor al acudir, junto a otros vecinos de Alcaine, a un programa de Aragón TV y ser confundido por la presentadora como el marido de una alcainesa que se sentaba a su lado. Su humor y bonhomía quedó manifiesta una vez más para aclarar el malentendido.
La relación con los alcaineses ha ido más allá de su labor pastoral y ha sido justamente correspondido con el afecto y cariño de los habitantes (incluso de los poco o nada religiosos) que han visto en su persona un ejemplo de honestidad, humildad, cercanía y bondad. Todo esto ha hecho que en estos años, y para siempre, Gil Plou Plou, mosén Gil... sea el cura del pueblo, no sólo en su acepción geográfica o localista sino en el corazón de las personas de Alcaine que lo conocen y tratan.
¡ Felicidades Mosén !
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montse -